Agricultura

¿Los bancos en Beijing pueden detener la deforestación en América del Sur?

Nuevo informe llama a repensar las instituciones financieras a partir de la mayor deforestación vinculada a la importación china de soja
<p>Un nuevo informe del Carbon Disclosure Project (CDP), relevó el vínculo entre instituciones financieras chinas y la deforestación por soja cultivada en Brasil (image: <a href="https://www.flickr.com/photos/ibamagov/29399454651/in/album-72157673459988905/">IBAMA</a>).</p>

Un nuevo informe del Carbon Disclosure Project (CDP), relevó el vínculo entre instituciones financieras chinas y la deforestación por soja cultivada en Brasil (image: IBAMA).

Los bancos chinos han sido cuestionados en los últimos años por continuar financiando centrales eléctricas de carbón en el extranjero, a pesar de la crisis climática en pleno desarrollo. Un nuevo informe sostiene que las instituciones financieras chinas también deberían dirigirse a un perpetrador menos obvio: la soja.

China es el mayor importador mundial de soja y tras la guerra comercial ha aumentado las importaciones de América del Sur. En este contexto, se espera que esta tendencia genere una nueva ola de deforestación en América del Sur, poniendo en peligro la biodiversidad de la región y los cruciales sumideros de carbono.

El informe, publicado por el Carbon Disclosure Project (CDP), revela el vínculo entre las instituciones financieras chinas y la deforestación, a través de sus clientes en el negocio de la soja.

Hasta la fecha, estas instituciones estuvieron rezagadas con respecto a las buenas prácticas internacionales para abordar la deforestación. Pero CDP sostiene que pueden desempeñar un rol clave en el impulso de la sostenibilidad del sector en el futuro.

¿Pueden los bancos en Beijing prevenir la deforestación en América del Sur?

Talando árboles para cultivar soja

Las importaciones de soja de China estuvieron asociadas a 49.000 hectáreas de “riesgo de deforestación” en 2017, de acuerdo a datos de la organización Trase. Esto representa el 46% de toda el área de Brasil en riesgo de deforestación por la soja.

Se proyecta que la tasa de deforestación aumente a medida que China recurra a Brasil para reemplazar su comercio de soja con los Estados Unidos, anteriormente su segunda fuente más grande de importaciones de soja.

De acuerdo con el informe del CDP, para compensar el déficit de los Estados Unidos, Brasil tendría que deforestar entre 25 y 57 veces más la cantidad que había concentrado para satisfacer la demanda china del 2013 al 2017.

Esta tendencia es significativa desde la perspectiva del cambio climático porque Brasil se posiciona en el sexto lugar entre los mayores emisores de gases de efecto invernadero a nivel global y la mitad de sus emisiones provienen de la deforestación. El informe sostiene que la agricultura es el principal impulsor de la deforestación, y el cultivo de soja es uno de los principales culpables.

Para compensar el déficit de Estados Unidos, Brasil tendría que deforestar 25 a 57 veces más para satisfacer la demanda promedio de China de entre 2013 y 2017.

Riesgos de la deforestación

CDP sostiene que el impacto ambiental del cultivo de soja presenta riesgos tanto para las compañías chinas que compran los frijoles como para las instituciones que los financian. Las convocatorias globales para abordar la deforestación se encuentran convocando a los bancos y a las empresas, y podrían afectar sus negocios.

El Acuerdo de París incluyó la conservación y restauración de los bosques como uno de sus objetivos claves, ya que entre el 10 y el 15% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la degradación o de la pérdida de los bosques. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU también tienen como meta detener la deforestación y restaurar los bosques degradados a nivel global para el año 2030.

10-15%


de todas las emisiones de gases de efecto invernadero son de pérdida o degradación de bosques

En respuesta a esa convocatoria global, se han realizado esfuerzos para prevenir la deforestación. En el 2018, 50 inversionistas que administraban más de USD$ 5,6 billones en activos conformaron una coalición con empresas para impulsar la deforestación cero en la región de Cerrado en Brasil.

A medida que estos esfuerzos aumentan junto con la regulación del gobierno nacional y los impactos climáticos directos, las compañías están siendo impulsadas a disminuir las operaciones en áreas de alto riesgo de deforestación.

En la encuesta de CDP del 2017, el 32% de las empresas que respondieron informaron ya haber experimentado efectos perjudiciales vinculados con la producción o el consumo de commodities asociadas al riesgo forestal, incluida la soja.

En la medida en que las empresas se ven afectadas por estos riesgos y cambios, sus financieros también se ven afectados. Según el informe, el 34% de los préstamos de las instituciones financieras chinas destinados al sector, al menos USD $ 2.1 mil millones, están expuestos a riesgos de deforestación. Algunos de los principales bancos chinos proporcionan la mayor parte de los préstamos al sector, liderados por el Banco de China con el 32%.

Abordar la deforestación

Hasta el momento, estos bancos no han desarrollado ninguna política para abordar la deforestación, según ha establecido el informe. Solo ocho de las instituciones analizadas toman en cuenta los factores ambientales en el marco de sus decisiones, y aquellas que sí lo hacen se enfocan en detectar contaminantes claves, tal como lo define el Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, y no en la deforestación.

Aunque los bancos chinos actualmente no son conscientes de su exposición al riesgo o de la importancia de tomar medidas, CDP afirma que podrían influir en sus clientes para que tomen medidas.

Algunas instituciones financieras por fuera de China ya han puesto a prueba esta teoría. HSBC le exige a los clientes que adquieran certificaciones de deforestación cero a nivel global en el marco de la Mesa Redonda sobre Soja Responsable (RTRS, por sus siglas en inglés) e interrumpirán los negocios en caso de incumplimiento. JP Morgan Chase & Co ha solicitado los mismos requerimientos.

Estas políticas, aunque son buenas en teoría, poseen un efecto limitado, según Isabel Nepstad, gerente de programas de Solidaridad en su Programa de Comercio de Commodities Sostenibles en China. “Es muy difícil que solo ellos tengan que presionar a sus clientes, porque es muy fácil para las empresas chinas cambiar e ir a otro banco, especialmente a un banco chino que no tenga estas políticas”, dijo.

Sin embargo, si más bancos se unieran en la adopción de estas políticas, podrían tener una mayor influencia.

El informe del CDP recomienda que las instituciones financieras chinas primero evalúen su exposición al riesgo de deforestación, incluida la solicitud de datos de las empresas clientes en sus cadenas de suministro de soja, y luego formulen respuestas de política tal como lo han hecho los bancos internacionales. La recomendación es que los bancos prioricen a las empresas clientes activas en los sectores de alto riesgo de deforestación y los incentiven para eliminar la deforestación de sus cadenas de suministro.

Los accionistas chinos también pueden desempeñar un rol, ya que actualmente tienen una mayor exposición que los bancos al riesgo de deforestación.

“Sobre la base de nuestra investigación y entrevistas, los accionistas (inversionistas institucionales) están en una mejor posición para involucrar a las compañías de soja […] También tienen una influencia considerable en el porfolio de empresas”, dijo Sabrina Zhang, directora de CDP China. “Mientras tanto, algunos inversores institucionales en China que buscan una presencia en los mercados internacionales de capital también están motivados en el aumento de su inversión sostenible”.

soy deforestation brazil
Imágenes satelitales de cultivos de soja en el estado de Mato Grosso en Brasil (imagen:Sentinel Hub)

Un rol para los gobiernos

La posibilidad de que las instituciones financieras tengan un incentivo suficiente para tomar medidas a corto plazo depende de cuan agudamente se sientan los riesgos.

Hasta el momento, Nepstad dice: “No ven los riesgos y no los están afectando directamente”. Las medidas regulatorias y corporativas para abordar la deforestación están en aumento, pero la mayoría de las empresas aún están pensando a corto plazo en sus resultados finales. La deforestación cambia los patrones de lluvia, lo que ya ha generado una pérdida de cultivos por R $ 17 mil millones (USD $ 4,4 mil millones) en Brasil.

De acuerdo con Nepstad, las sequías y las tormentas de lluvia son las precursoras de los impactos climáticos que se avecinan, pero como las empresas cultivan soja a nivel mundial, pueden superar las fluctuaciones de la oferta regional a corto plazo.

Nepstad asegura que la acción gubernamental es necesaria para impulsar hacia adelante a las empresas e instituciones financieras. Los esfuerzos regulatorios pueden aumentar en los próximos años, lo que pone de relieve la urgencia del problema y requiere que las instituciones financieras y las empresas actúen.

Antes de la COP de biodiversidad que se celebrará en Kunming, China, en el 2020, los países han comenzado a analizar alternativas para abordar la deforestación relacionada con la agricultura, como el cultivo de soja.

Sabrina Zhang dijo: “Si el gobierno chino comienza a abogar, regular y desarrollar pautas para las cadenas de suministro agrícola sostenibles, y comienza a pedir a las instituciones financieras que incorporen consideraciones de deforestación en sus decisiones financieras, eso brindaría una fuerza impulsora sólida tanto para las empresas como para las instituciones financieras y así puedan implementar cambios en línea con el gobierno”.