Clima

India no se pronuncia sobre el Acuerdo de París

El tercer mayor emisor quiere negociar antes de ratificar los objetivos

Dos de los mayores contaminantes de  gases de efecto invernadero (GEI) del mundo anunciaron la ratificación del Acuerdo Climático de París durante la reciente cumbre del G-20, pero el tercero se puso en evidencia por su silencio. El gobierno de la India ha decidido utilizar la ratificación del acuerdo como moneda de cambio en su intento por entrar al Grupo de Suministros Nucleares (NSG).

Las autoridades indias están justificando la medida, argumentado que el país no puede cumplir con sus compromisos de París sin utilizar la energía nuclear. Esta es una afirmación discutible. Pero sea como fuere, fue claro para los observadores de la India que el Primer Ministro Narendra Modi no anunciaría la ratificación del acuerdo de París en una cumbre organizada por China, el país que recientemente  bloqueó el intento de ingreso de la India al GSN.

Ahora que China y los EE.UU. han anunciado la ratificación, el incumplimiento por parte de la India genera la improbabilidad de mantener su compromiso con el Acuerdo de París. El acuerdo entra en vigor después que los 55 países que representan al menos el 55% de generación las emisiones globales de GEI garanticen sus instrumentos de ratificación ante las Naciones Unidas. Los EE.UU. y China representan el 38% de las emisiones globales. Veinticuatro de los otros países han ratificado ya, y es probable que muchos más sigan esta tendencia antes que la próxima cumbre del clima de la ONU se lleve a cabo en Marruecos en el mes de noviembre.

Negociadores del clima de la India lo saben y están hablando informalmente,  sobre la posibilidad de ratificación hacia finales de octubre. Sin embargo, todavía podrían enfrentar una batalla contra sus colegas del Ministerio de Asuntos Exteriores que siguen considerando la ratificación como una moneda de cambio para ser miembro del GSN. En las reuniones a puerta cerrada para redactar las resoluciones de la cumbre del G-20, diplomáticos indios lucharon duro para mantener la sección de la ratificación de una forma imprecisa. No tomarán amablemente la ratificación sin un quid pro quo, razón por la cual todo el problema puede permanecer en un limbo. La situación se agrava por el hecho que Anil de Dave, el ministro indio para Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático, es nuevo en su cargo.

La ratificación no es suficiente

Funcionarios de la ONU y de ONG´s verdes le dieron la bienvenida al anuncio por parte de China y los EE.UU. Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la  Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) agradeció a China y los EE.UU. “por  la ratificación de este acuerdo histórico, sobre el que descansa la oportunidad de un futuro sostenible para todos los países y todas las personas.”

El director del Programa Medioambiental de la ONU, Erik Solheim, sostuvo que el anuncio trajo consigo “un impulso adicional significativo para mantener el calentamiento global por debajo de los 2 grados. Y también para instalar el bienestar de nuestro planeta al tope de la agenda, las dos mayores economías del mundo también están mostrando que la dirección de nuestro futuro económico es bajo en carbono y verde”.

Jennifer Morgan, Directora Ejecutivo de Greenpeace Internacional, dijo: “El mundo por fin tiene un acuerdo climático global con los EE.UU. y China como socios formales. Esto marca una nueva era en los esfuerzos mundiales para el abordaje del cambio climático. Ahora ambos países necesitan crecer y acelerar sus esfuerzos para trazar un futuro que evite los peores impactos del cambio climático”.

Pero la posibilidad de ratificar el Acuerdo de París es una cosa y trabajar hacia su plenitud es otra y es muy distinta. Aquí es donde casi ninguna gran economía, sale limpia. Transparencia climática, un consorcio de investigadores de todo el mundo, ha encontrado que las emisiones de gases de efecto invernadero de los países del G-20 siguen aumentando. Entre 1990 y 2013, la totalidad de las emisiones de dióxido de carbono de los países del G-20, que representan las tres cuartas partes de las emisiones globales de CO2, subieron en un 56%.

Analizando los indicadores claves, incluyendo la intensidad de carbono y la proporción de carbón en electricidad total producida, para evaluar el desempeño de los países del G-20, los investigadores descubrieron que  la mitad de ellos son “inadecuados” ante  las acciones emprendidas para frenar el cambio climático.

India recibió la calificación “media” con buenos puntajes de las emisiones, la proporción de energías renovables en el suministro total de energía primaria (STEP) y la política climática, pero obtuvo bajas calificaciones  en la intensidad de carbono, la cuota de carbón en la OTEP y las emisiones eléctricas.

Por otra parte, el grupo periodístico India Spend ha calculado que cumplir la meta de producción de carbón de la India 2020 tendrá un costo de cuatro veces mayor al presupuesto anual de defensa del país.

Transparencia Climática informó que las peores performance globales entre los países del G-20 fueron Australia, Argentina, Japón, Rusia, Arabia Saudita y Sudáfrica.

“La mayor parte de los países del G-20 dependen en gran medida del carbón como su principal  suministro de energía primaria”, señala el informe, puntualizando  que estos países están planeando un gran número de nuevas centrales eléctricas de carbón. Si estos planes prosperan, la capacidad del carbón casi se duplicaría en los países del G-20, lo que hace prácticamente imposible mantener el aumento de la temperatura por debajo de 2°C, y mucho menos en 1.5˚C.

Australia, Canadá, Arabia Saudita y los EE.UU. tienen la tasa más alta de emisiones de CO2 relacionadas con la energía per cápita. Arabia Saudita, Corea del Sur y Japón exhiben un aumento entre el 2008 y el 2013. Argentina y Sudáfrica han disminuido sus emisiones per cápita, al igual que Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña. En el caso de China, se encontraron emisiones per cápita por encima de la media del G-20.

La proporción de carbón de China, India, Sudáfrica y Turquía se mantendrá claramente por encima del máximo de referencia de 2°C en el período de tiempo estipulado hasta el año 2030, según señala el informe.

Para estar en línea con una trayectoria compatible con los 2°C para el año 2035, los países del G-20 se enfrentan a una inversión de casi $ 340 mil millones por año en el sector energético. Al mismo tiempo, los gobiernos de los países del G-20 invirtieron, en promedio, casi unos $ 70 mil millones en carácter de subsidios a la producción de combustibles fósiles entre el 2013 y 2014, destaca el informe.

Los próximos campos de batalla

Los próximos campos de batalla del clima estarán en las áreas de las emisiones vinculadas a la aviación y en el marco de la utilización de líquidos refrigerantes. La Organización Internacional de la  Aviación Civil (OACI) se reunirá para abordar el  tema una vez más este mes. La Unión Europea sigue buscando un mecanismo basado en un mercado más fuerte para controlar las emisiones de la aviación. Esto significa que todos los vuelos tendrán cargos de emisión agregados, y cuanto más largo sea el vuelo, más alto será el cargo. Dado que las compañías aéreas no son propensas a pagar este cargo por fuera de sus bolsillos, el transporte aéreo está programado para volverse más costoso, en el caso que se adopte esta decisión.

China y los EE.UU. han anunciado que planean ser los primeros participantes en el caso de realizarse de forma voluntaria una fase piloto, si esta es la decisión adoptada en la conferencia de la OACI. La India se ha mantenido relativamente tranquila, pero los negociadores del clima dijeron en privado que el gobierno sigue oponiéndose a la idea.

Los Hidrofluorocarbonos (HFCs) usados en refrigeradores y acondicionadores de aire son potentes gases de efecto invernadero. Los refrigerantes de generaciones anteriores fueron eliminados bajo el Protocolo de Montreal, y ahora el problema es modificar el Protocolo para eliminar los HFC.

India quiere que el 2030 sea el año de eliminación, mientras que los EE.UU. proponen el 2020. Es probable que esto sea el gran punto de contención cuando los firmantes del Protocolo se encuentren en Ruanda el próximo mes.

Una de las razones por las cuales el cambio climático ha sido descripto como un “problema perverso” es que sus  impactos se generan sobre muchos sectores de la economía. Las próximas semanas le mostrarán al mundo si se puede concretar un primer paso en la lucha contra al menos algunos de los sectores.