Clima & Energía

China tiene estándares medioambientales más altos en el extranjero

China desea cumplir con los requerimientos de los gobiernos anfitriones

Kevin Gallagher, experto en América Latina, y profesor de Relaciones internacionales en la Universidad de Boston, conversa con Diálogo Chino acerca de la inversión extranjera China

Diálogo Chino: ¿Cuán importante es la inversión china en Latinoamérica? 

Kevin Gallagher: China es de lejos, el prestamista más importante de la región. En 2010, las instituciones chinas comprometieron US$37 mil millones en préstamos, lo que significó más que el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de Exportaciones-Importaciones de los Estados Unidos en conjunto. El Banco de Desarrollo Chino fue responsable del 81% de estos préstamos, mientras que el Banco de Exportaciones-Importaciones Chino y el Banco Industrial y Comercial Chino contribuyeron con 12% y 6%, respectivamente. Mientras que los préstamos de las instituciones occidentales e internacionales cubren un rango de proyectos gubernamentales, sociales y medioambientales, los préstamos chinos se enfocan en la infraestructura y la industria pesada. Suelen ser de una compañía china para realizar un proyecto en América Latina, o directamente a un gobierno de la región. Por ejemplo, Ecuador está a cargo de plantas hidroeléctricas, para lo cual se prestaron dinero de los chinos para construir.

DC: ¿Cómo calificaría los esfuerzos de las instituciones financieras chinas para integrar la rendición de cuentas medioambiental en sus prácticas de préstamos? 

KG: Diría que se merecen una B+ en el papel; especialmente dado dónde se encuentran, en términos de PBI per cápita. Cuando los Estados Unidos estaba en US$5,000 PBI per cápita, todavía teníamos niños de 9 años en las minas de carbón y no pensábamos en normas medioambientales. Los chinos están tratando y están publicando guías, como por ejemplo el requerimiento de informes de impacto ambiental previos para todos los proyectos que financian. En el papel, se ve que están haciendo algo muy bueno y es excelente que estén pensando en estas cosas. Pero si observas los puntajes individuales de todo lo que hacen, los temas en donde están muy bajo son en transparencia y rendición de cuentas. Aunque sus guías requieran un informe de impacto ambiental previo, ¡nadie que yo conozca ha visto alguna vez uno! Un componente clave de la rendición de cuentas medioambiental es que se supone que se trata de una herramienta para que la compañía identifique el riego y mitigue los costos, pero también se supone que se trata de una herramienta para que el público y el gobierno hagan lo mismo. Pero las evaluaciones medioambientales chinas no se comparten con el país anfitrión o las comunidades locales, entonces esto es imposible. Esto está empezando a causar cierta preocupación en la sociedad civil en muchos países.

DC: ¿En qué se diferencia el enfoque de las instituciones financieras internacionales del enfoque de los bancos chinos? 

KG: Cuando el Banco Mundial te presta dinero para construir una planta hidroeléctrica, dice ‘no vamos a prestarte dinero para construir una represa que va a desviar los suministros de agua de la irrigación de la gente o donde hay pueblos indígenas que han vivido allí por largo tiempo’, y luego habrá una evaluación de impacto ambiental para asegurar el financiamiento para ese proyecto. La evaluación se realiza en su página web y hay tiempo para comentarios y diálogos con comunidades y gobiernos locales. En el caso de China, están prestando dinero para grandes proyectos hidroeléctricos y no queda claro cuál es el proceso de monitoreo que existe.

DC: ¿China simplemente se adhiere a las leyes medioambientales de otro país más que imponer sus propios estándares?

KG: Los chinos sí tienen sus propios estándares medioambientales, pero no están a la altura de la norma global. Queda claro que en casi todos los casos, China desea cumplir con los requerimientos de los gobiernos anfitriones. El criticismo de los EE. UU. y del Banco Mundial solía ser que teníamos altos estándares en casa, pero que no los aplicábamos cuando íbamos al extranjero. Los ambientalistas podían decirles a las compañías estadounidenses: ‘sabemos que ustedes saben cómo hacerlo, lo haces en California, entonces ahora hazlo en el extranjero’. Lo que es fascinante del caso chino es que ellos tienen bajos estándares en casa pero altos estándares cuando salen al extranjero. Cuando los chinos salieron por primera vez al exterior, ya existían sociedades civiles y regulaciones que estaban infringiendo. Otros bancos de desarrollo y grandes prestamistas sentían que los chinos les estaban quitando parte del mercado ya que ellos eran capaces de prestar dinero más fácilmente pues operaban con procesos consultivos y medioambientales menos rigurosos. Las organizaciones como el FMI y el Banco Mundial entonces hicieron las paces con los chinos, en un intento por compartir sus mejores prácticas y ayudarlos a evitar los problemas que tenían. Si China puede aprender esto en el extranjero, quizás puedan llevarse las lecciones aprendidas de vuelta a casa.

DC: ¿De dónde proviene la presión para que las instituciones financieras chinas eleven sus estándares? 

KG: Muchas ONG internacionales importantes ahora tienen personal a tiempo completo que están viendo el impacto ambiental de la inversión china en el extranjero porque ha habido tantos problemas medioambientales locales. La mayoría de las ONG internacionales trabajan con socios locales en los países en desarrollo para presionar a los chinos en aquellos países anfitriones. En China, acaba de comenzar una presión nacional en la inversión de China en el extranjero. Pero el enfoque se da mucho más en proyectos nacionales. Ya que la inversión china en el extranjero es realmente un fenómeno que lleva de 10 a 15 años, no muchos chinos conocen la velocidad a la que está ocurriendo, y la comunidad medioambiental no está tan enfocada en el tema. También hay un par de ONG internacionales con oficinas directamente en China que están trabajando en esto, como el Instituto Medioambiental Global, que realizó una traducción de las directrices de estas instituciones al inglés, pero son pocas e infrecuentes.

DC: ¿La presión para garantizar los préstamos chinos lleguen finalmente a proyectos respetuosos con el medio ambiente, tendrá que provenir de países latinoamericanos? 

KG: Sí. Veo la cuestión china como un 90% de desafío latinoamericano. Existe una gran oportunidad aquí con la inversión china en un momento en que la inversión estadounidense y europea es, por decir lo menos, indolente. Pero tienen que tener cuidado porque, lo que quieren los chinos, en esta fase actual de desarrollo, son cosas muy nacionales, basadas en recursos, ya que están en el proceso de industrialización. América Latina necesita implementar las políticas y los incentivos para usar este nuevo polo de crecimiento para canalizar el crecimiento diversificado de una manera sostenible, ¡de lo contrario, de acá a 15-20 años podrían tener una serie de inconsistencias y mucha gente furiosa!