Clima & Energía

Marina Silva: “Brasil asumirá el liderazgo medioambiental internacional”

Ex ministra y ahora diputada federal, la ecologista vuelve a Brasilia tras una década, dispuesta a "rescatar la agenda socioambiental brasileña perdida"
<p>Marina Silva en una entrevista el pasado septiembre. Tras más de una década fuera de Brasilia, fue elegida diputada federal. &#8220;Brasil volverá a liderar con el ejemplo&#8221;, asegura (Imagen: Reuters / Amanda Perobelli / Alamy)</p>

Marina Silva en una entrevista el pasado septiembre. Tras más de una década fuera de Brasilia, fue elegida diputada federal. “Brasil volverá a liderar con el ejemplo”, asegura (Imagen: Reuters / Amanda Perobelli / Alamy)

Tras más de una década fuera de Brasilia, la ecologista Marina Silva se encontrará el próximo año con una capital diferente a la que dejó. Elegida diputada federal el 2 de octubre, también podría volver a estar al frente del Ministerio de Medio Ambiente si Luiz Inácio Lula da Silva gana, el día 30, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales contra el actual mandatario, Jair Bolsonaro.

58%


La deforestación en la Amazonía brasileña se redujo en un 58% entre 2004 y 2007, bajo el mando de Marina Silva como ministra de Medio Ambiente

Marina Silva ocupó el ministerio entre 2003 y 2008, durante parte del gobierno del ex presidente Lula (2003-2010), cuando Brasil se convirtió en líder mundial en la creación de áreas protegidas y la deforestación en la Amazonía cayó un 58% en tres años, de 2004 a 2007. Permaneció tres años más en Brasilia para completar su mandato como senadora, del que había pedido una excedencia para ocupar el ministerio, hasta 2011. 

Desde entonces, ha buscado su propio camino en la política. En 2013, fundó su propio partido, la Red de Sostenibilidad (REDE), antes de presentarse a tres elecciones presidenciales, compitiendo con el Partido de los Trabajadores (PT), al que perteneció durante más de dos décadas. Pero el 12 de septiembre cambió la marea y Lula y Marina anunciaron públicamente su reconciliación en una conferencia de prensa.

“Políticamente, hubo -y hay- divergencias”, dijo a Diálogo Chino. Sin embargo sostuvo que “el riesgo de un segundo mandato” de Bolsonaro requiere de amplias alianzas.”Hemos llegado a una situación en la que es la democracia o es el fin de la democracia”.

Marina dijo que, a pesar de la distancia política, ella y Lula -que tienen historias similares de infancias pobres y luchas en movimientos sociales- nunca dejaron de hablar. En el reencuentro, que se había sellado antes de la conferencia en una conversación privada, le entregó una lista con 26 compromisos para “rescatar la agenda socioambiental brasileña perdida”.

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En el documento, divulgado posteriormente a la prensa, Marina pide la reposición del personal técnico y de los presupuestos de los organismos ambientales, incluido el Ministerio de Medio Ambiente, vaciado durante el gobierno de Bolsonaro; la reanudación del plan de prevención y control de la deforestación de la Amazonía y el Cerrado -creado durante su mandato como ministra-; y el fomento de la agricultura de bajo carbono, entre otras acciones.

Confía en que sus propuestas serán llevadas adelante por Lula, en caso de que gane la presidencia: “El día 12, el ex presidente se comprometió públicamente a que la agenda medioambiental brasileña será transversal y tendrá el máximo nivel de prioridad”. 

Ministra o representante federal 

El nombre de Marina parece el más obvio para asumir el ministerio en una eventual victoria del PT. Pero cuando se le pregunta si aceptaría el posible cargo, se niega: “En este momento, ningún candidato presidencial debería hablar de un ministerio. Y nadie que apoye una candidatura debe hacerlo pensando en un ministerio”.  

Como diputada federal o ministra, la ecologista se enfrentará a un Congreso, como lo definió la revista de actualidad y cultura Piauí, “más hostil al medio ambiente”, a partir de la elección del ex ministro Ricardo Salles. Incluso después de renunciar a su cargo tras las acusaciones de implicación en la industria de la tala ilegal, ha vuelto a Brasilia con casi tres veces más votos que Silva.

Además de Salles, en el Senado se suman nombres como Jorge Seif Junior, ex ministro de agricultura y pesca de Bolsonaro quien, según The Intercept, cambió las regulaciones del sector pesquero para beneficiar a su familia. Y en el Congreso, el diputado Zé Silva, autor del proyecto de ley que podría impulsar el acaparamiento de tierras, está de vuelta. 

En este momento, ningún candidato presidencial debería hablar de un ministerio. Y nadie que apoye una candidatura debe hacerlo pensando en un ministerio

Joênia Wapichana, hasta entonces la única dirigente indígena en el Congreso, no fue reelegida. Por otro lado, las líderes indígenas Sônia Guajajara y Célia Xakriabá ganaron su primera elección.

Los ecologistas que pisen Brasilia en 2023 se encontrarán con un paisaje transformado por récords de incendios y deforestación, impulsados por la frontera agrícola y ganadera, y la minería en tierras indígenas; por olas de calor y sequía en zonas de agronegocio -situaciones difíciles de revertir a corto plazo, aunque las metas climáticas asumidas por el país ya estén llamando a la puerta.

Un gobierno de Lula no puede ser tan sencillo

Las dificultades podrían venir incluso de un posible gobierno de Lula. “La salida de Lula y Marina fue representativa y muy profunda”, explicó Natalie Unterstell, fundadora del instituto Política por Inteiro, que vigila la política medioambiental en Brasil. “Él tiene una agenda más desarrollista, mientras que ella tiene una agenda más sostenible”.

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Además, el resentimiento de Marina Silva iba más allá de las diferencias políticas y de las batallas perdidas acumuladas. Uno de sus agravios más notorios del PT ocurrió en las elecciones presidenciales de 2014, cuando Dilma Rousseff buscaba la reelección y su equipo hizo una fuerte campaña contra Marina, también candidata.

En la segunda vuelta de esas elecciones, Marina apoyó al candidato de la derecha, Aécio Neves, contra la reelegida Rousseff. Y en 2016, también apoyó la destitución de la presidenta. Incluso en 2018, en la segunda vuelta entre el petista Fernando Haddad y el candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, Marina se resistió a pronunciarse a favor del PT, pero terminó expresando un “voto crítico” por Haddad, sin muchas apariciones.

Hoy, los analistas políticos ven la victoria de la extrema derecha y el discurso antisistema de Bolsonaro como un proceso con ecos en el impeachment de la anterior presidenta. Preguntada por si se arrepiente de sus apoyos en el pasado, no parece hacerlo:

“El contexto que teníamos era uno en el que había que tomar decisiones políticas, y se tomaron a la luz de los hechos que se expusieron allí”.

Brasil volverá a liderar con el ejemplo, asumirá el protagonismo en la agenda ambiental internacional

Aunque los resentimientos del pasado siguen presentes, los políticos decidieron mirar hacia adelante. “Fue una reunión realmente programática, y es muy bienvenida”, dijo Unterstell. “Lula toca la mente y el corazón de la gente”.

Y Marina ha puesto su influencia a disposición de la campaña del PT. El fin de semana anterior a la primera vuelta de las elecciones, subió al escenario junto a Lula en São Paulo, y ahora se ha ofrecido para hablar con políticos y votantes en nombre del ex presidente.

En la entrevista con Diálogo Chino, concluyó con confianza: “Brasil volverá a liderar con el ejemplo, asumirá el protagonismo en la agenda ambiental internacional, en lo que puede dar su mejor contribución”.