Comercio & Inversión

China: el nuevo benefactor de Cuba

Afectado por las presiones de la crisis venezolana, Cuba busca nuevos apoyos económicos con urgencia de China

Cuba ha mantenido una dependencia económica con naciones aliadas desde su fundación como nación comunista- primero contó con el apoyo de la Unión Soviética (URSS), luego con Venezuela y ahora encontró un nuevo benefactor: China.

70%


La caída en el comercio entre Venezuela y Cuba dese 2017

El principal motor de esta nueva alianza es la crisis económica de Venezuela que provocó la caída drástica de la importación de crudo venezolano a la isla. Según la Oficina Nacional de Estadísticas cubana (ONEI), desde que Venezuela entró en crisis, el intercambio comercial con Cuba se ha reducido en un 70 por ciento. 

En 2017, el último año del que se tienen estadísticas oficiales, Venezuela tuvo un intercambio comercial con Cuba de más de $2,200 millones, cerca del 12 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de la isla de ese año. A partir de entonces, La Habana comenzó a recibir menos de la mitad de los 100 mil barriles diarios de petróleo que llegaban vía Caracas desde 2002. 

Con el freno de las importaciones de crudo, la economía cubana entró en shock. Ahora una de las prioridades del gobierno cubano es fortalecer los lazos bilaterales con China, tarea que Miguel Díaz-Canel, el nuevo presidente electo, tendrá que asumir.

Un presidente simbólico

Díaz-Canel fue elegido en la unicameral Asamblea Nacional como Presidente de la República a inicios de octubre. El mandatario, que se mantendrá como Jefe de Estado, pero no será Jefe de Gobierno ni presidirá el Consejo de Ministros, visitó Beijing el 6 de noviembre del año pasado viaje en el que firmó acuerdos de comercio, energías renovables, turismo, tecnología y cooperación en el marco de la iniciativa de la Franja y la Ruta de la Seda.

“Al otorgar suma importancia al desenvolvimiento de los vínculos chino-cubanos, tengo la disposición de mantener la estrecha comunicación con usted para escribir juntos un nuevo capítulo de la amistad chino-cubana en la nueva era”, escribió el presidente chino Xi Jinping en una carta a Raúl Castro, el anterior presidente en octubre de este año.

La carta está dirigida a Castro, que aún es el primer secretario del Partido Comunista, el cargo más importante de la isla. La elección de Díaz-Canel es más simbólica, es decir, no implica un cambio a la política estatal comunista. 

“Formulo sinceros votos por el incesante progreso del Partido Comunista de Cuba, la prosperidad de la República de Cuba y la eterna amistad entre ambos países y partidos”, agrega Xi Jinping.

Una relación histórica

En 1960, 11 años después de nacer la República Popular China, Cuba fue la primera nación de toda Latinoamérica y el Caribe en establecer relaciones diplomáticas con los chinos. 

Pero en los últimos años la relación entre ambos también se ha fortalecido por la estrategia de China para expandirse económicamente a nivel global a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, una red de infraestructuras y comunicaciones marítimas y terrestres para facilitar el comercio entre China y el mundo.

En 2019, Cuba apostó por sumarse a “La Franja y La Ruta” para darle un poco de aire a su economía en aprietos.

Cortando caña cerca de Madruga en la provincia oriental de La Habana, la exportación número uno a China (Foto: Alamy)

De esta manera, China pasó a ocupar el primer puesto como socio comercial de la isla desde 2017, año en que los dos países intercambiaron alrededor de US $ 1.800 millones en bienes. Cuba importó US $ 1.350 millones, principalmente productos eléctricos, y exportó US $ 379 millones, mayormente en azúcar crudo y níquel.

“Esperamos involucrarnos en este proyecto de la manera más comprometida posible, y que ello signifique que el sector empresarial chino participe más activamente en el proceso de actualización de nuestro modelo económico”, expresó Orlando Hernández, presidente de la Cámara de Comercio de Cuba.

En varias ocasiones, Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores cubano, ha asegurado que las políticas chinas relacionadas con el intercambio económico, comercial y de inversiones en los países de Latinoamérica son “altamente apreciadas”, porque son “respetuosas del derecho internacional, la independencia y la soberanía de los países”. 

Gladys Bejerano, vicepresidenta del Consejo de Estado, quien asistió en representación de Cuba al Foro Ruta de la Seda Transparente, que sesionó en abril pasado como parte del II Foro de la Franja y la Ruta de la Seda para la Cooperación Internacional, dijo que está dispuesta a contribuir para que la iniciativa “crezca robusta, con eficiencia, transparencia y probidad ética”.

Si bien Cuba será quien saque los beneficios más notables de esta relación, China también tendrá “abiertas las puertas de nuestra economía y encontrarán oportunidades de negocios adicionales”, declaró el canciller Rodríguez Parrila. 

Los beneficios

China pretende explotar el desarrollo médico cubano, especialmente en la rama de los biomedicamentos. Es por ello que varias empresas chinas especializadas en la biofarmacéutica y las energías renovables han comenzado a asentarse en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, un polo de inversiones en ciernes.

“Cuba posee ventajas con respecto a otras naciones de la región en esa área y queremos ampliar los lazos”, afirmó Ren Zhiwu, secretario general adjunto de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma.  

Varios proyectos firmados entre ambos gobiernos ya están en curso. Es el caso del tránsito de la televisión analógica a la digital y la ampliación de la banda ancha móvil que desarrolla la empresa de telecomunicaciones Huawei. También, desde el verano pasado, trenes chinos llegaron desde  Beijing como donaciones para solventar la difícil situación del transporte interprovincial en la isla.

Además, la compañía de perforación petrolera Gran Muralla ayuda a la cubana Cupet a encontrar yacimientos en aguas someras, una tarea que, sin la tecnología y experticia china era antes imposible para los cubanos.

La llave de China en la isla

En 2011, China tuvo un gesto que le abrió las puertas en La Habana: condonar la deuda de 6000 millones de dólares a Cuba. El politólogo Esteban Morales considera que “esa cancelación pesa más en la relación de ambos gobiernos que hasta la propia ideología política que promulgan”. 

El gesto no es menor, pues, en los últimos 18 años, China ha condonado en total 9800 millones de dólares en deudas, en su mayoría a países africanos. Sin embargo, más de la mitad de ellas se las ha liberado a la isla. 

“China ayuda a Cuba a salir de su crisis económica con algunos subsidios y Cuba le brinda su archipiélago para que sea su puesto de mando en América”, dice el economista Raúl Brito.  

$6,000


la cancelación de deuda de China a Cuba en 2011

Según el Banco Mundial, a pesar de que la condonación de las deudas a los países en desarrollo trae beneficios a corto plazo, es posible que no den pie a un desarrollo económico sano y generen dependencias. En los siguientes años esta relación mostrará los impactos y frutos de una cercanía mayor.

* La versión original de este artículo decía que Díaz-Canel visitaría China esta semana. Ese viaje ocurrió el año pasado.