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China y América Latina, ¿una nueva fase de compromiso?

China busca diversificar la economía de la región, pero los desafíos ambientales son decisivos

Hasta hace poco las inversiones chinas en América Latina solo se habían centrado en los abundantes recursos naturales de la región, como la soja, el cobre y el petróleo. Pero ahora, el país más populoso del mundo desea incluir a las industrias creativas, la tecnología y la profundización de los vínculos culturales entre sus planes.

Desde la visita del primer ministro Li Keqiang a Brasil, Colombia, Perú y Chile a principios de este año, China ha identificado a la cooperación en sectores de mayor valor agregado como una cuestión central en sus intentos para contribuir al desarrollo de una región donde los conflictos sociales y ambientales relacionados con los recursos naturales han tensado las relaciones.

Grupos ecologistas de Argentina dijeron a Diálogo Chino que el modelo existente basado en la importación china de materias primas de Latinoamérica y la exportación de productos manufacturados ha sido causa de conflictos. Pero Pekín espera que el énfasis en la diversificación de los compromisos será el preludio de una “nueva era”, distinta de la caracterizada por los desequilibrios comerciales y las relaciones tensas con la sociedad civil latinoamericana.

A través de lo que Li llamó los “cuatro pilares ” de la relación chino-latinoamericana, que incluyen el aumento y la profundización de los intercambios culturales y la inversión en infraestructura y tecnología, China busca “mejorar” la actividad económica entre ambas regiones. El mecanismo principal para esto es China-CELAC, que esta semana llevó a cabo su foro inaugural de ciencia, tecnología e innovación en Ecuador, en un esfuerzo por compensar el actual déficit en la transferencia de conocimientos de esa asociación.

La dependencia de la demanda china de recursos primarios ha llevado a que las economías latinoamericanas sean especialmente sensibles a la reciente devaluación del yuan. Los precios del cobre y el petróleo cayeron hasta susvalores mínimos en los últimos seis años el “Lunes Negro” y afectaron negativamente a las economías chilena, colombiana y mexicana en especial.

Antes y después de China-CELAC

“La relación verdaderamente ha alcanzado una nueva fase,” afirma Kevin Gallagher, de la Global Economic Governance Initiative de la Universidad de Boston, al describir el primer foro de China-CELAC en enero de este año como “muy significativo” para que ambas partes puedan discutir cuestiones hemisféricas más amplias, que van más allá de las relaciones comerciales bilaterales.

El plan quinquenal de cooperación China-CELAC, resultado del primer foro, incluye el compromiso de promover la industrialización de los países de la CELAC para producir bienes con valor agregado.

Y Gallagher destaca que el plan también contiene numerosas cláusulas, como acciones colectivas para combatir el cambio climático y proporcionar asistencia a las naciones más pobres y sin salida al mar.

¿Una situación en la que todos ganan?

Mientras China aumenta su alcance mundial a través de iniciativas como la nueva ruta de la seda, busca simultáneamente cambiar la percepción de que su único propósito es absorber recursos desde regiones como Latinoamérica. El primer ministro Li enfatizó en mayo, durante su estadía en Colombia, la importancia de mejorar el entendimiento cultural como un vehículo para “fortalecer la cooperación práctica“, sugiriendo que podría ayudar a ambos socios a lograr resultados en los que todos resulten beneficiados.

Y los marcos de trabajo 1+3+6 y 3×3 de Xi Jinping y Li Keqiang (que identifican sectores estratégicos para el desarrollo en los países y las regiones asociados) buscan de la misma manera lograr metas económicas y políticas “ambiciosas”, según Margaret Myers, directora del programa China-Latin America en el Inter-American Dialogue.

“En respuesta a las críticas que han recibido durante años por mantener un foco muy centrado en las materias primas, son señales del compromiso chino para lograr una participación económica cada vez más diversificada en Latinoamérica, e indican un conjunto de sectores en los que las empresas chinas invertirán durante los próximos años,” dice Myers.