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China continúa invirtiendo fuertemente en América Latina

La mayor parte del capital fue destinado a las economías más frágiles
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Ni la proliferación de la deuda interna, ni los trastornos políticos o las crisis económicas en los países asociados provocaron el flujo constante de financiamiento de China a América Latina en el 2016, el tercer año más alto registrado en los préstamos bancarios estatales, según datos aportados por Diálogo Interamericano y la Universidad de Boston.

Las cifras actualizadas de la base de datos sobre finanzas de China y América Latina para 2016muestran que, a pesar de las desaceleraciones económicas en ambas regiones, los bancos de políticas de China proporcionaron unos 22.000 millones de dólares en préstamos. Los préstamos del año pasado sólo superan los $ 25 mil millones de dólares y $ 35 mil millones de dólares desembolsados en 2015 y 2010, respectivamente.

Las finanzas chinas a la región totalizan en la actualidad más de $ 141mil millones de dólares desde 2005, lo que lo convierte en el mayor prestamista.

«El grueso de las finanzas chinas fue dirigido a algunas de las economías más frágiles de América Latina», establece el informe responsable de las estadísticas. Un 92% tuvieron como destino a Ecuador, Venezuela y Brasil.

Brasil recibió $ 15 mil millones de dólares, o el 72%, en un año signado por una contracción económica de alrededor del 3,5% y un escándalo de corrupción de amplio alcance que manchó la figura de múltiples políticos de alto nivel tanto  del gobierno como de la oposición.

Mientras tanto, en China, la deuda nacional aumentó en un 279% del PIB en 2016 y en parte se debe a su gran inversión en el extranjero.

Kevin Gallagher, coautor de la investigación  de la Universidad de Boston, dijo que las masivas reservas de divisas de China significan que todavía no es una preocupación importante, aunque señaló que el país ha «quemado” muchas de estas reservas en los últimos 20 meses.

«Deberían estar más preocupados por la exposición de su cartera global», aseguró Gallagher a Diálogo Chino.

Mas de lo mismo

Brasil, Argentina, Ecuador y una Venezuela en apuros,  tienen pocas fuentes de financiamiento alternativas por fuera de China y siguen siendo hoy sus principales receptores de préstamos. Gran parte de ellas se concentran en el servicio de las obligaciones de deuda existentes o en el desarrollo de los sectores de energía e infraestructura, como ha sido la tendencia en años anteriores.

En noviembre del año pasado, el Banco de Desarrollo de China proporcionó  $ 2.2 mil millones de dólares para una empresa conjunta conformada por la Corporación Nacional de Petróleo de China y la estatal venezolana PDVSA  con el objetivo de impulsar la producción de petróleo.

La OPEP ha estado sumida en una profunda recesión desde la caída de los precios mundiales del petróleo, lo que ha afectado su capacidad para pagar la deuda a China. Esta situación se ve agravada aún más por un acuerdo mediante el cual Venezuela paga los préstamos con petróleo.

Ecuador, que también se está recuperando de la crisis, celebró sus  elecciones presidenciales el domingo, pero no espera ninguna renegociación de sus préstamos respaldados por petróleo con China, ya sea si asume Lenin Moreno, el candidato del gobierno en ejercicio o Guillermo Lasso, ex banquero de derecha. Ambos disputarán una segunda vuelta presidencial el próximo 2 de abril.

Condiciones

El informe también sostiene  que, a diferencia de los préstamos de las instituciones financieras con sede en Washington, los préstamos bancarios de política china siguen siendo incondicionales en la adopción de ciertas políticas económicas.

Las políticas de «condicionalidad» del FMI y del Banco Mundial provocaron una reacción popular en América Latina durante los años 90 y 2000, ya que se consideraba que imponían un reembolso incontrolable de la deuda a los gobiernos nacionales e infringían su autonomía política.

De todas maneras, expertos en China están monitoreando de cerca la incierta perspectiva política y económica en América Latina, y sienten que un «punto de inflexión» en la relación puede estar en el horizonte.

«Se espera que los países y regiones latinoamericanas mejoren sus entornos de inversión para atraer a más inversionistas chinos», dijo Jiang Shixue, director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Shanghai, a China News Service.

Por su parte, Gallagher dijo que «China está dando más consejos diplomáticos para asegurarse la recuperación de su dinero. Si uno de los países [receptores] incumple, será interesante ver si se vuelven más explícitos».

Bolivia: Nuevo socio

Bolivia recibió «una atención considerable por parte de los bancos políticos de China en 2015 y 2016», señala el informe.

Las empresas chinas han aumentado significativamente su presencia en Bolivia en los últimos años y son muy activas en los sectores de energía y transporte y en minería. El Banco de Exportación e Importación de China (China EXIM Bank) liberó fondos para la mina de hierro de El Mutún y la planta hidroeléctrica Rositas en 2016, así como para un proyecto de seguridad de $ 50 millones de dólares, el cual consiste en un centro de comando en La Paz y sistemas de video vigilancia en seis ciudades.

Sin embargo, al igual que Ecuador y otros vecinos regionales, gran parte de la inversión de China en Bolivia sigue centralizada en la extracción y transporte de materias primas, lo que conlleva una amenaza de bloquear la «maldición de los recursos«. La demanda china provocó un boom  por aproximadamente una década en los precios de las materias primas, otorgándole a los países exportadores un escaso incentivo inmediato para la diversificación de sus economías. Pero esto puede convertirse en dependencia. Ahora los precios se han estrellado y los grandes exportadores tienen pocas alternativas para ganar dinero.

«El reto para los gobiernos latinoamericanos será proponer acuerdos atractivos para los socios chinos y también que sean sostenibles desde el punto de vista económico y ambiental», dice el informe.