Energía

China se expande en el mercado de la electricidad de América Latina

Las empresas estatales State Grid y Three Gorges crecen en Brasil, Chile y Perú
<p>Una línea de transmisión de energía en Brasil. Imagen Flickr Chris Hunkeler (CC BY-SA 2.0)</p>

Una línea de transmisión de energía en Brasil. Imagen Flickr Chris Hunkeler (CC BY-SA 2.0)

Con un valor estratégico para el desarrollo económico y social, el sector de transmisión y distribución eléctrica en América Latina se vio recientemente revolucionado por la irrupción de los conglomerados estatales chinos State Grid y Three Gorges en los mercados de Chile y Perú y por la continua ampliación de sus negocios en Brasil.

La presencia de estas compañías estatales chinas en la región responde a la política de internacionalización (conocida como ‘Go Abroad’) que lleva adelante el estado chino. La misma se establece en industrias clave en las que China tiene superávit productivo, lo que la obliga a buscar nuevos mercados para localizar esos stocks.

En este marco, China hizo pie en la transmisión y distribución eléctrica en América Latina, priorizando las adquisiciones de empresas en funcionamiento a través de inversión directa, lo que le permite hacerse de flujos de manera inmediata, por sobre los proyectos que deben iniciarse desde cero.

No es difícil entender la presencia de State Grid y Three Gorges tanto en Brasil, como en Chile y Perú. China y Brasil comparten la pertenencia al BRICS y al G-20 y desde 2004 han creado en conjunto la Comisión Sino-Brasileña de Alto Nivel de Concertación y Cooperación (COSBAN) para la coordinación de iniciativas bilaterales.

Respecto a Chile y Perú, ambos países han firmado Tratados de Libre Comercio (TLC) con China y se han comprometido oficialmente a participar de la Iniciativa de la Franja y la Ruta con la firma de memorandos de entendimiento. Un dato adicional: China es el principal socio comercial de estos tres países.

En Brasil, State Grid desde 2010 adquirió diversas compañías, mayormente españolas, y resultó adjudicatario de miles de kilómetros en líneas, alcanzando los 15.761 km hacia fines de 2019. Para este grupo, que opera casi el 90% de la transmisión eléctrica china, Brasil tiene una importancia central por las relevantes oportunidades que allí se generan para la venta de equipamiento y tecnología.

Tal es así, que el 60% de la inversión de State Grid fuera de China se realizó en el país hoy presidido por Jair Bolsonaro, alcanzando un monto de US$ 12.400 millones. Esas inversiones le aseguraron a State Grid el control del 10% de las redes de alta tensión y el 14% del segmento de distribución en el mercado brasileño.

Por su parte, Three Gorges tiene activos en Ecuador, Bolivia, Chile y en Brasil, donde participa de la operación de 17 centrales hidroeléctricas y 11 parques eólicos. En abril de 2020 compró los activos de la estadounidense Sempra Energy en Perú por un monto de US$3.590 millones, haciéndose así del 83,6% de la compañía Luz del Sur, que distribuye electricidad a más de un millón de clientes, como también a una constructora y una generadora.

En junio, Sempra Energy concretó su salida definitiva de Sudamérica, a través de la venta de la distribuidora Chilquinta Energía a State Grid, que lleva electricidad a más de 2 millones de clientes en la región de Valparaíso y es la tercera en importancia en ese país. Por un valor de US$2.230 millones, la adquisición incluyó además el 100% de una empresa de construcción e infraestructura eléctrica y el 50% de una operadora de transmisión.

La salida de capitales estadounidenses y su reemplazo por empresas chinas indica la disposición de estas últimas a pagar por activos energéticos niveles que ningún otro competidor ha demostrado querer desembolsar. Especialmente tratándose de inversiones en países política y económicamente propensos a experimentar etapas de inestabilidad.

La estrategia de largo plazo de las empresas estatales chinas, cuyo componente geopolítico es innegable, tiene más cabida en este sector que el enfoque netamente comercial de las empresas privadas occidentales. Asimismo, se da en el contexto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, que representa una estrategia de “ocupar y ceder”.

China, bajo el liderazgo de Xi Jinping, avanza en sectores que Estados Unidos desestima y donde tiene marcado expertise, como el manejo de la electricidad, para luego competir desde una mejor posición en otros que Washington pretende liderar, como el de las telecomunicaciones.