Clima & Energía

Trump se despide del Acuerdo de París

La decisión significa un retroceso para los esfuerzos internacionales en su combate contra el cambio climático

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, anunció finalmente que Estados Unidos se retirará del acuerdo climático de París. También dijo que Estados Unidos “comenzará las negociaciones para volver a ingresar en el acuerdo de París o en una transacción completamente nueva bajo términos justos para los Estados Unidos, sus negocios, sus trabajadores, su gente, sus contribuyentes”. La segunda parte de esta declaración tiene consecuencias mucho más graves para el mundo, ya que esto es exactamente cómo el Protocolo de Kioto fue aniquilado.

Sería una grave injusticia si Estados Unidos se retira del Acuerdo de París y queda excluido. Significará que el país que ha aportado la mayor cantidad de gases de efecto invernadero a la atmósfera terrestre desde el comienzo de la era industrial no deberá enfrentar ninguna consecuencia. Pero permanecer en las negociaciones tendrá consecuencias aún peores.

Esto significará que los delegados estadounidenses estarán presentes en todas las salas en las cuales se desarrollarán las negociaciones bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Si las negociaciones de Kioto continúan, los Estados Unidos se opondrán cláusula por cláusula al Acuerdo de París. Utilizando la normativa de la ONU que establece que cada decisión debe ser unánime. Esto efectivamente eliminará el acuerdo.

Trump dijo que no podría “apoyar un acuerdo que castiga a los Estados Unidos” al mismo tiempo que no impone “obligaciones significativas” a los principales contaminadores del mundo.

En una declaración sobre el acuerdo climático de París, emitida el 1 de junio, el presidente Trump dijo:

“Por ejemplo, bajo el acuerdo, China será capaz de aumentar sus emisiones en un número asombroso de 13 años. Pueden hacer lo que quieran durante 13 años. Nosotros no. La India supedita su participación a recibir miles de millones y miles de millones de dólares en ayuda externa de los países desarrollados. China podrá construir cientos de plantas de carbón adicionales. Por lo tanto, nosotros no podemos construir las plantas, pero ellos si pueden, según este acuerdo. India podrá duplicar su producción de carbón para el 2020. Piensen en ello: la India puede duplicar su producción de carbón. Se supone que debemos deshacernos de la nuestra. Incluso a Europa se le permite continuar la construcción de plantas de carbón”.

¿Los principales contaminadores del mundo?

Lo que Trump no dijo es que los países que él describió como “los principales contaminadores del mundo” tienen una huella de carbono per cápita que comparada con los Estados Unidos y China, representa menos de un tercio, y en el caso de India, menos de un octavo.

Tampoco mencionó que si bien China se ha comprometido a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero (GHG) para 2030, se espera que alcance antes este objetivo, una medida que probablemente se acelerará cuando el primer ministro chino Li Keqiang consiga hoy un importante acuerdo climático con la Unión Europea.

Aislamiento global

Muchos críticos a la acción de Trump señalaron que este retiro colocó a Estados Unidos en el mismo grupo que Siria y Nicaragua como países que ya no formaban parte del Acuerdo de París. Lo que pocos señalaron fue que Nicaragua no se había inscripto porque consideraba que el acuerdo era demasiado débil para combatir el cambio climático. Ese punto de vista ha sido respaldado por analistas que estiman que las promesas realizadas por los 194 países todavía no son suficientes para mantener el aumento promedio de la temperatura global dentro de los 2C para el año 2100, tal como pretende el acuerdo.

El cambio climático ya está afectando la producción agrícola global, provocando que las inundaciones, las sequías y las tormentas sean cada vez más frecuentes y graves, y también aumentando nivel del mar. El año pasado fue el más cálido desde que entraron en vigencia los registros.

La condena global sobre la acción de Trump fue liderada por el ex presidente estadounidense Barack Obama, quien sostuvo: “Las naciones que permanecen en el Acuerdo de París serán las naciones que cosechan los beneficios en empleos y en la creación de industrias. Creo que los Estados Unidos de América deberían estar al frente de esta lucha”.

Según las indicaciones actuales, muchos de los 50 estados en los EE.UU. continuarán por el camino de la energía limpia que comenzaron cuando Obama fue presidente. Así, a pesar de las acciones de la administración federal Trump, el retiro no conduce necesariamente a un renacimiento para las minas de carbón y la energía térmica.

Sin embargo, el retiro golpeará a la investigación climática en los EEUU, que es financiada en gran parte a través de subsidios federales. Esta área se encuentra bajo el control de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, dirigida por Scott Pruitt, quien durante su audiencia de confirmación del Senado dijo duramente que los datos satelitales exhiben un “nivelamiento” del calentamiento global.

Esta afirmación es falsa según un estudio realizado por los científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, de la Universidad de Washington en Seattle y de la empresa de investigación científica Remote Sensing Systems. El Laboratorio Nacional Lawrence Livermore se enfrenta a un recorte propuesto que alcanza el 70% en la financiación del presupuesto lanzado por la Casa Blanca la semana pasada.

En virtud del Acuerdo de París, el compromiso de los Estados Unidos es reducir sus emisiones de GEI en un 26-28% con respecto a los niveles de 2005 para el 2025. Actualmente, Estados Unidos es responsable del 15% de las emisiones mundiales de GEI, China el 30%, la UE el 10% e India un 6%.

Al retirar a los Estados Unidos del acuerdo de París, pero mantenerlo dentro de la CMNUCC, el presidente Trump ha iniciado un proceso que llevará más de tres años, de acuerdo a lo establecido en las cláusulas del acuerdo. Eso significa que se convertirá en un importante tema de debate durante la campaña presidencial estadounidense del 2020.

Trump está mirando claramente a su base de apoyo en lugar de a los líderes globales, algunos de los cuales fueron mordaces en su condena.

Explicarle a Trump “en frases claras y sencillas”

El presidente de la Comisión Europea, Jean Claude-Juncker, dijo que Trump no “entiende” los términos del acuerdo, aunque los líderes europeos trataron de explicar el proceso de retirada del acuerdo “en frases claras y sencillas” durante las reuniones cumbre de la semana pasada. “Parece que ese intento fracasó”.

En un lenguaje más medido, la secretaría de la CMNUCC fue igualmente firme, diciendo: “El Acuerdo de París sigue siendo un tratado histórico firmado por 194 y ratificado por 147 países. Por lo tanto, no se puede renegociar sobre la base de la solicitud de una sola Parte (país)”.

Críticas desde Estados Unidos

Poco después de que Donald Trump le dijo al mundo que Estados Unidos se retiraría del Acuerdo de París, una coalición de 61 ciudades de Estados Unidos y tres estados se comprometieron a mantenerlo de todos modos.

Incluso dentro de los Estados Unidos, muchos críticos del retiro usaron un lenguaje fuerte. Michael Brune, jefe de la ONG ambientalista más grande del país, Sierra Club, dijo: “A partir de ahora, generaciones de estadounidenses mirarán hacia atrás la decisión de Donald Trump de abandonar el Acuerdo de París como una de las acciones más ignorantes y peligrosas jamás adoptadas por cualquier presidente. Trump ha aislado a nuestro país del escenario mundial, cediendo nuestra posición de liderazgo y nuestra ventaja económica sobre la energía limpia a la India y China”.

Susanne Moser de la Universidad de Stanford dijo: “Los partidarios de Trump votaron por una América que es un gran lugar para vivir, para criar una familia, para encontrar un trabajo significativo y para que sus nietos tengan un futuro mejor. No votaron para que las inundaciones eliminaran sus sueños, las sequías desvanecieran sus vidas, los incendios forestales hagan de sus hogares una usina de humo, los mares crecientes inunden sus comunidades y el aire sucio enferme a sus niños de asma. Sus legítimas necesidades y sus deseos esperanzadores están siendo mal utilizados, no para volver a una América grande, sino para hacer que América – y todos los demás – sufran demasiado”.

El Programa de Yale sobre Cambio Climático realizó recientemente una  encuesta que reveló que casi el 70% de los estadounidenses, incluyendo una mayoría en los 50 estados, apoya la participación de Estados Unidos en el Acuerdo de París.

Una nueva alianza climática entre UE-China

Tras el anuncio, la UE y China dijeron que profundizarían los compromisos sobre el cambio climático.

En la 12ª Cumbre Empresarial UE-China de este año, tanto la Unión Europea como China se comprometieron a trabajar de manera conjunta en una serie de áreas, desde la energía limpia y los estándares de productos hasta la gestión de riesgo y la adaptación. Además de comprometerse a redoblar los esfuerzos para reducir la contaminación, la UE y China se han comprometido a encontrar soluciones compartidas para adaptarse a los impactos climáticos.

Nick Mabey, director ejecutivo del clima del Reino Unido, del centro de estudios E3G dijo: “Esta es la declaración bilateral más fuerte sobre el clima que jamás he visto. El presidente Trump ha impulsado a la UE y a China a elaborar juntos las normas para la economía limpia”.

Li Shuo, asesor de política climática de Greenpeace Asia del Este, dijo: “La rápida reacción de los Estados Unidos sobre la acción climática requiere de un liderazgo mejorado de todos los demás países. Estamos viendo que en términos concretos hoy existe un nuevo liderazgo que está tomando forma entre Bruselas y Pekín”.

Agregó: “Para demostrar que Beijing y Bruselas pueden realmente liderar, ambos necesitan acelerar sus acciones internas”.

Enrique Maurtua Konstantinidis, director de cambio climático de la ONG argentina FARN, dijo: “Los Estados Unidos abandonando este compromiso es como si un residente tomara la decisión de dejar de pagar los gastos de construcción y el resto de los vecinos tuvieran que tomar medidas para enfrentar el déficit”.

Ese artículo se publicó originalmente en thethirdpole.net