Comercio & Inversión

¿Apoyará el AIIB una revolución energética asiática?

El banco ayudará a cumplir el Acuerdo de París, pero no excluirá al carbón
<p>El presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, se reúne con el secretario general Jin Liqun de la AIIB (imagen: <a href="https://www.flickr.com/photos/worldbank/19741894902">World Bank</a>)</p>

El presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim, se reúne con el secretario general Jin Liqun de la AIIB (imagen: World Bank)

El Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), con sede en Beijing (China), celebró su segunda reunión anual en la isla coreana de Jeju. Corea está posicionando a Jeju como un destino turístico de carbono cero, un lugar apropiado para que el banco proyecte su imagen “limpia”. Pero la verdadera prueba será cómo el banco actúa en su Estrategia del Sector Energético, revelada en la reunión.

Los proyectos energéticos requieren de grandes inversiones, operan durante décadas y pueden tener impactos significativos y perdurables en las emisiones regionales de carbono. Esto significa que las decisiones sobre cuáles son los proyectos de energía que se financian tienen importantes consecuencias para el desempeño ambiental del banco y el de los países anfitriones.

El AIIB es una institución financiera multilateral dirigida por China, diseñada para apoyar la iniciativa global de conectividad de Beijing, Un Cinturón, Una Ruta (OBOR). Mientras que la función principal del banco es promover el desarrollo de la infraestructura en Asia, Europa y África, los países latinoamericanos como Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Venezuela y, más recientemente, Argentina, se han convertido en miembros.

Respaldando a París

Haciéndose eco del firme apoyo de presidente chino Xi Jinping al Acuerdo de París, el jefe de AIIB Jin Liqun, en sus palabras de apertura de la reunión anual del banco, dejó claro que el AIIB desempeña un rol importante en ayudar a los distintos países para el cumplimiento del Acuerdo de París. Mencionó como ejemplo un proyecto de red eléctrica en Bangladesh sobre como el AIIB ayudó a 12 millones de residentes rurales en el acceso de electricidad a bajo costo, evitando al mismo tiempo 16.000 toneladas de emisiones de CO2.

La estrategia energética del banco proporciona algunos detalles sobre cómo sus inversiones respetarán el Acuerdo de París. “El apoyo del Banco a los países estará alineado con sus planes / estrategias nacionales de inversión en energía, incluyendo sus NDC [Contribuciones Nacionalmente Determinadas] bajo el Acuerdo de París”, digo.

Esto significa que antes de hacer inversiones, el AIIB considerará los potenciales impactos sobre las emisiones de carbono y si los proyectos propuestos ayudan a las naciones anfitrionas a alcanzar sus metas de cambio climático. Esto incluye, por ejemplo, la reducción de la intensidad de carbono regional y el aumento de la proporción de energías renovables en la combinación energética.

Ben Caldecott, director del Programa de Finanzas Sostenibles de la Universidad de Oxford, de Inglaterra, en la Escuela Smith de Empresa y Medio Ambiente sostuvo que “el AIIB puede desempeñar un rol importante en acelerar la revolución de la energía limpia en Asia y es significativo que ahora reconozca esta oportunidad para contribuir al desarrollo sostenible y a la aplicación del Acuerdo de París sobre el cambio climático”.

El portavoz de la ONG inglesa Oxfam, Mei Jiayong, dijo a chinadialogue que el AIIB se ha comprometido a promover el Acuerdo de París y los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU, lo cual es un buen comienzo. El AIIB puede proporcionar a los países miembros la financiación necesaria para alcanzar los objetivos de energía renovable y continuar la tendencia de las naciones emergentes del sur como líderes del clima.

Controversia sobre la política del carbón

Pero la nueva estrategia del sector energético no ha dejado de lado las preocupaciones de las ONG´s porque en el documento final se conservó el lenguaje de las inversiones en energía de carbón en determinadas circunstancias. La preocupación por las consecuencias ambientales y sanitarias sobre la expansión de la energía de carbón en Asia está creciendo, por lo que la posición de AIIB sobre el sector ha sido vigilada de cerca.

Bai Yunwen, investigador de Greenovation Hub, dijo a chinadialogue que no se habían producido cambios en el lenguaje de la energía de carbón entre el segundo y el último borrador y que los proyectos de carbón y gas natural podrían financiarse en tres circunstancias: a partir de la sustitución de una capacidad menos eficiente; cuando es esencial para la fiabilidad y la integridad del sistema; y cuando no hay alternativa viable o asequible.

“Es un error dejar la puerta abierta a AIIB para el respaldo de nuevas inversiones de carbón. Se enfrentan a riesgos significativos de los activos varados, dañan la salud humana al contribuir a la contaminación del aire y bloquean la costosa infraestructura de combustibles fósiles por más tiempo de lo necesario”, advirtió Ben Caldecott.

Bai Yunwen señaló que en general el AIIB quiere evitar el financiamiento del carbón, pero se ha dejado un margen para sí mismo para poder hacerlo en el futuro. Por lo tanto, existe una “falta de definiciones claras y orientación política” para la toma de decisiones sobre proyectos de energía de carbón.

Wang Wawa, de Bankwatch, dijo que dada la estrategia energética de AIIB y a las inversiones existentes, no queda claro cómo ayudará a los miembros a alcanzar los objetivos del Acuerdo de París.

Aseguró que existe una brecha entre la estrategia energética del AIIB y el enfoque de otros bancos multilaterales sobre la energía de carbón. “Otros organismos financieros internacionales se han retirado de la energía del carbón. El Banco Asiático de Desarrollo no ha financiado un solo proyecto de energía de carbón desde 2013; el Banco Europeo de Inversiones ya no tiene ningún vínculo con la energía de carbón y ha puesto en funcionamiento normas estrictas de eficiencia de las emisiones. El año pasado, el presidente del Banco Mundial describió a la energía del carbón en el Sudeste Asiático como “un desastre para el planeta”, pero el AIIB todavía sostiene que “las centrales térmicas de carbón y carbón serían consideradas”.

La preocupación de Wang es que el lobby sostenido por parte de la industria del carbón pueda poner a prueba la determinación de AIIB para la construcción de una infraestructura “limpia y verde”. “Estamos muy decepcionados al ver este documento. Ocho meses de consultas y volvemos a donde empezamos, con una retórica de apoyo a los combustibles fósiles como el carbón”.

Mei Jiayong señaló que la industria del carbón ya está en pleno proceso de lobby con el AIIB.

Los líderes del AIIB dieron una respuesta, destacando que esto debe ser juzgado tomando en cuenta el total de sus inversiones. En su discurso de apertura en la reunión anual, Jin Liqun dijo: “Hasta ahora no hemos invertido en energía de carbón, ni tenemos planes actuales para hacerlo. Si hay alguna preocupación sobre el impacto ambiental, no invertiremos en tales proyectos”.

Con la aprobación de tres nuevos proyectos durante reunión anual, el AIIB ha aprobado oficialmente 16 inversiones – ninguna de las cuales involucra energía de carbón. Las siete inversiones en el sector energético realizadas hasta la fecha incluyen energía hidroeléctrica, gas natural y redes de gas y electricidad.

¿Austero o crudo?

Además de ser “limpio y verde”, el AIIB afirma ser “austero”. Pero esta afirmación también está siendo puesta a prueba. Según un informe de Caixin, una de las mayores diferencias entre el AIIB y otros bancos de desarrollo, como el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Mundial, es la falta de un consejo de administración residente. Se espera que esto le genere al AIIB un ahorro aproximadamente USD $ 70 millones al año.

Pero algunas ONG´s están preocupadas de que los esfuerzos del banco para ser “austero” puedan conducirlo a la “negligencia” en la forma en la cual se gestionan las inversiones. Bai Yunwen señala que en su estrategia de energía, el banco sólo se refiere a las transiciones de baja emisión de carbono en general; no hay mapas de carreteras para alcanzar sus objetivos o metas escalonadas, ni objetivos cuantificados para las diversas formas de energía o a partir de cuándo el documento entrará en vigencia.

Otros bancos multilaterales, como el Banco Mundial y el Banco Asiático de Desarrollo, tienen políticas más específicas que aportan solidez a sus estrategias globales. La ONG WWF China ha sugerido que se establezcan objetivos relativos o absolutos, como la inversión anual total o la tasa de crecimiento anual de la inversión. Por ejemplo, en energías renovables sugiere que el AIIB  debería invertir al menos USD $ 5 mil millones al año en energía eólica y solar, o para establecer que las renovables representen al menos el 50% de la nueva capacidad eléctrica financiada por el banco.

Nuevamente, a diferencia de los bancos multilaterales más establecidos, los proyectos del AIIB son en su mayoría financiados conjuntamente con otros bancos. Jin Liqun indicó que el AIIB no ve a otros bancos como competidores, sino como socios. Pero Kate Geary, del Centro de Información del Banco, dice que esto puede generar que el banco le derive a sus socios la responsabilidad de la gestión de proyectos y los resultados sociales y ambientales.

Geary señaló que algunos miembros del banco ya han planteado en privado que el banco está siendo demasiado apresurado, con un consejo de administración que ya fue consultado para la aprobación de proyectos de alto riesgo como el Fondo de Infraestructura de India y la Planta de Energía de Myingyang en Myanmar antes de haber establecido las políticas apropiadas y la garantía de los sistemas.

La inversión en el Fondo de Infraestructura de India fue aprobada en la reciente reunión anual, pero Geary advirtió que el trabajo realizado de esta manera, a través de las agencias financieras, puede llevar al banco a perder el control de la huella ambiental de sus proyectos.

Mientras tanto, se están ultimando dos medidas claves de salvaguardia, el mecanismo de gestión de reclamos del banco y la política de información pública.

EL AIIB ha existido al menos por 18 meses y continuará desarrollando sus sistemas. Pero la controversia en torno a lo que invierte es probable que continúe. El AIIB ha prometido no comprometer el medio ambiente, lo que significa que cada proyecto de energía que adopte será vigilado de cerca.

Este artículo fue publicado originalmente por chinadialogue.net