Océanos

Los costos ambientales de la explotación minera de los fondos marinos

Los países deben determinar si pueden explotar los fondos del océano sin generar daños ambientales

Existe un creciente interés en la apertura de las profundidades marinas a la minería industrial para la extracción de cobre, níquel, cobalto, oro, tierras raras y otros metales. ¿Pero a qué costo?

Recientemente, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA, por sus siglas en inglés) mantuvo una reunión con el fin de discutir un plan estratégico para el desarrollo y regulación de la minería en las profundidades del océano, más allá de las aguas nacionales.

La ISA se creó en el año 1994 bajo la Convención de las Naciones Unidas (ONU) sobre el Derecho del Mar. Es la responsable de autorizar y determinar cómo y bajo qué condiciones es posible permitir las actividades mineras en el área internacional del lecho marino, una zona equivalente a alrededor de un tercio de la superficie de la tierra.

La ISA ya ha emitido 29 contratos con compañías y agencias estatales procedentes de China, Corea, Japón, Reino Unido, Alemania, Bélgica, Francia, Rusia, Brasil, India, Polonia y varios países del Pacífico Sur para explorar metales en el Pacífico, el Atlántico. y en los océanos Índicos.

Biodiversidad en riesgo

Pero las profundidades del mar son cada vez más reconocidas como uno de los mayores reservorios de biodiversidad en el planeta y son fundamentales para apoyar los sistemas ecológicos planetarios.

Este primer informe de la Evaluación Mundial de los Océanos, publicado por la ONU en el 2016, también concluyó que los ecosistemas de las aguas profundas ya están siendo afectados por el cambio climático, los contaminantes y otras actividades humanas. Incluso los plásticos están incidiendo en las profundidades del océano. Un estudio reciente descubrió que había presencia de plástico en el estómago de los peces en profundidades de 11,000 metros, siendo los sectores más profundos del océano.

Varios artículos científicos publicados durante el año pasado concluyeron que, si se permite la extracción en aguas profundas, la pérdida de biodiversidad será inevitable. Esto se debe a que muchas especies de los océanos profundos son de larga vida y los ecosistemas tendrán dificultades para poder recuperarse, o quizás nunca se recuperen, de los impactos generados por la minería.

Si se permite la extracción en aguas profundas, entonces la pérdida de biodiversidad será inevitable

Otros estudios han señalado la singularidad de los ecosistemas vinculados a los respiraderos hidrotermales de aguas profundas que albergan formas de vida quimiosintéticas, como los gusanos tubícolas gigantes. Estos descubrimientos recientes han ampliado enormemente nuestra comprensión de cómo la vida ha evolucionado en nuestro planeta.

Los respiraderos también forman depósitos minerales conocidos como sulfuros polimetálicos. La ISA ha emitido licencias para su exploración, pero si realizan actividades de extracción sobre los respiraderos activos, la vida que prospera en estos ecosistemas únicos será destruida.

Sopesando los riesgos

Dado el rol de las profundidades marinas y la vulnerabilidad de las especies y los ecosistemas frente al daño a largo plazo y potencialmente irreversible, es importante comprender cuáles son los riesgos antes de decidir si, se puede permiti que suceda la extracción en aguas profundas y bajo que condiciones se realiza.

Esta es la esencia de una resolución adoptada por el Parlamento Europeo, en el mes de enero de este año, que solicitó una moratoria sobre la minería de aguas profundas hasta que los riesgos se entiendan por completo.

El Parlamento también pidió una mayor transparencia por parte de la ISA para garantizar una “protección efectiva” del medio ambiente marino. Después de todo, esta es su obligación en virtud del cumplimiento de la Convención sobre el Derecho del Mar (UNCLOS, por sus siglas en inglés).

La ISA también tiene bajo su responsabilidad el rol de actuar en nombre del “beneficio de la humanidad en su conjunto” al ser el administrador global de los fondos marinos a nivel internacional, al cual el derecho internacional se refiere como el “patrimonio común de la humanidad”.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU, adoptados en 2015, comprometen a todos los países a repensar sus economías, su uso de los recursos naturales de la tierra y la protección de nuestros océanos y entornos más amplios en el contexto del desarrollo sostenible.

El ODS 14 compromete a todas las naciones a conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible. Necesitamos conservar el océano y debemos invertir en tecnologías reutilizables, de reciclaje y optimizar el diseño de productos para garantizar que hacemos el mejor uso posible de los recursos que tenemos.

El ODS 14 también compromete a las naciones a proteger y restaurar los ecosistemas oceánicos y mejorar su resiliencia para ser capaces de sobrevivir de la mejor manera ante los efectos nocivos del cambio climático.

En repetidas ocasiones, el gobierno chino ha dicho que la ISA necesita tomarse el tiempo para una cuidadosa consideración y la aplicación de un estudio científico, mientras que otras voces claman por una acción rápida y la adopción de regulaciones que avalen la minería en alta mar.

Recientemente, la Asociación China de Investigación y Desarrollo de Recursos Minerales Oceánicos (COMRA) organizó un taller en Qingdao, en el este de China, para dar inicio al desarrollo de un Plan Regional de Gestión Ambiental (REMP, por sus siglas en inglés) para un área del Pacífico occidental donde China, Rusia, Japón y Corea cuentan con solicitudes para la extracción de costras cobálticas en los montes submarinos. Los REMPs son herramientas ambientales esenciales para evaluar las características regionales y las necesidades ambientales.

Los países deben pensar seriamente si la minería de aguas profundas es coherente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus obligaciones en virtud del cumplimiento del derecho internacional. ¿Vale la pena el riesgo de una importante pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas oceánicos profundos? Este es un debate que debería tener lugar en la ISA y dentro de la comunidad internacional más amplia de naciones en general.

El futuro de nuestros océanos es lo que está en juego.

Esta nota se publicó primero en inglés en chinadialogueocean.net