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Cómo construir protección medioambiental en la “Nueva Ruta de la Seda”

Jin Jiaman, de GEI, explica cómo China puede mejorar la protección ambiental en el extranjero

Los líderes del G20 llamaron a “ampliar” las “políticas financieras verdes” durante la cumbre de Hangzhou de este mes, y a realizar un mayor trabajo en la coordinación de las normas nacionales para que los riesgos ambientales estén en el centro de las decisiones del presupuesto de infraestructura. La reputación de China como un importante inversor en el extranjero y la credibilidad de su vasto plan de infraestructura “Un Cinturón, Una Ruta” (o Nueva Ruta de Seda) se verá perjudicado al menos que las firmas chinas sigan las políticas ambientales, afirma a chinadialogue , Jin Jiaman, directora ejecutiva del Instituto Mundial del Medio Ambiente (GEI por sus siglas en inglés). Ella también sugiere medidas prácticas que el gobierno de China puede tomar con el fin de guiar las actividades de las empresas en el extranjero. “Un Cinturón, Una Ruta” es una estrategia de desarrollo que prevé una red gigante de infraestructura entrecruzando a más de 60 países, uniéndolos en un tejido de mayor proximidad, y afectará la reputación mundial de China por décadas. chinadialogue (CD): ¿Cómo cree usted que los países de “Un Cinturón, Una Ruta” evalúan  la estrategia? Jin Jiaman (JJM): Muchos países esperan que China los ayude en el desarrollo económico. Pero también hay muchas preocupaciones. Ellos temen terminar – como China –  pagando un precio ambiental de enorme importancia para el desarrollo económico. Todo el mundo sabe sobre la contaminación del aire y del agua en China. También hay una impresión negativa creada por algunos problemas que China ha enfrentado anteriormente con sus inversiones en el extranjero. Por ejemplo, el gobierno de Birmania detuvo el proyecto hidroeléctrico Myitsone, en Irawadddy, en 2011. La comunidad local cree que la represa puede dañar el medio ambiente, sus medios de vida y su patrimonio cultural. La situación no se ha resuelto y el proyecto tuvo que ser abandonado. Esta situación se ha convertido en un bien conocido ejemplo sobre las inversiones de China en el exterior. CD: ¿Qué pueden hacer las empresas chinas que invierten en el extranjero para protegerse de los riesgos ambientales? JJM: El riesgo es que las empresas chinas aplicarán los estándares ambientales más bajos posibles para mantener más bajos los costos, ya que siempre su actividad principal es obtener un beneficio. El medio ambiente está en segundo lugar. Cuando las empresas chinas inviertan en los países desarrollados, existe un marco legal y tanto sus  normas ambientales y como las de gobierno son más duras que en China, por lo que los riesgos son menores. Pero en las naciones en desarrollo, las empresas chinas pueden apostar a menos ya que las normas ambientales locales y las de gobierno son más débiles. Sin embargo, cualquier problema afectará al gobierno de China, a su imagen nacional y a sus proyectos intergubernamentales. CD: ¿Hay un margen para la mejora de los mecanismos? JJM: Las operaciones de inversiones internacionales previas involucraron  sólo al  Ministerio de Asuntos Exteriores, y más tarde al Ministerio de Comercio. ¿Debería ahora involucrarse el Ministerio de Protección del Medio Ambiente? ¿China debería establecer normas ambientales para la inversión en el extranjero para garantizar que las empresas conozcan las reglas? En otras palabras, ¿deberíamos exportar también nuestros estándares ambientales? China podría elaborar normas específicas para las inversiones en las naciones en vías de desarrollo, o aplicar los propios estándares internos de China. Por ejemplo, para las aguas residuales – ¿qué normas debería haber? Al menos no debería perjudicar la salud de la población local. Cuando surgen problemas  alguien debe ocuparse de rendir cuentas – la empresa, las personas o los proveedores de evaluación de impacto ambiental. Debe haber normas de referencia. Esta es la única  forma para reducir los riesgos ambientales de la inversión. CD: ¿Cuál es el abordaje que hacen ahora  los prestamistas financieros chinos sobre los riesgos ambientales? JJM: El liderazgo de China ya es consciente sobre el rol que pueden desempeñar los organismos financieros en el desarrollo económico y en la gobernabilidad ambiental. “Finanzas verdes” estuvo en la agenda por primera vez en la cumbre del G-20 en Hangzhou, durante  los días 4 y 5 de septiembre, y el comunicado de los líderes del G-20 apoyó que un mayor trabajo debe ser realizado. “Finanzas verdes” significa que  las autoridades financieras deben hacer de la protección del medio ambiente un objetivo fundamental, y un punto de referencia para las decisiones financieras. A pesar de que los principales políticos están tomando en serio la protección del medio ambiente, todavía hay un largo camino por recorrer en la práctica.   Encontramos que el personal del sector financiero sigue considerando la protección del medio ambiente como un asunto de las autoridades ambientales: ven a los organismos financieros como los únicos responsables de garantizar los reembolsos de préstamos. La protección del medio ambiente todavía no es un factor en la inversión, ni en los procesos de toma de decisiones para los préstamos de las inversiones en el extranjero. Si la empresa y el proveedor de fondos van a tomar en serio la protección ambiental a continuación, las normas ambientales deben ser parte de los procesos, una condición para la aprobación. También debe haber transparencia de la información medioambiental  y de las medidas, para facilitar la supervisión y la rendición de cuentas. CD: ¿Cuál es el rol que pueden jugar ONG´s como la suya, y que es lo que ha realizado IEG? JJM: Las ONG´s pueden hacer una investigación preliminar y una vez que se han identificado los problemas se puede convocar a todos los interesados a actuar como coordinadores. Debido a que las ONG´s son intermediarias independientes,  que actúan como un puente entre las empresas, las comunidades y el gobierno, pueden ayudarlos a plantear posibles soluciones cuando surgen los conflictos. En una conferencia internacional en Moscú en 2005, IEG ha escuchado a muchos países que se quejan sobre las actividades de tala excesiva de China en el extranjero. Al regresar a China, discutimos posibles soluciones con la Administración Forestal del Estado. Dos años más tarde, con la aprobación de la dirección de SFA, el GEI y el Ministerio de Comercio se publicaron las Directrices para la Gestión Forestal Sostenible para las Empresas Chinas en el Extranjero. En 2007, hubo una controversia internacional acerca del impacto ambiental de las inversiones chinas  en el exterior en el sector de los recursos, como la minería o la energía hidroeléctrica. Hablamos con el Ministerio de Comercio y el Ministerio de Protección del Medio Ambiente sobre formas de estandarizar el comportamiento ambiental de las empresas y evitar los riesgos de inversión. Las compañías chinas asumen muchos riesgos cuando invierten en un lugar desconocido, y están dispuestas a ver a las ONG´s en la provisión de información y en la advertencia de riesgos. Nosotros dirigimos una sesión de entrenamiento empresarial en la provincia de Yunnan que explica las políticas y leyes de las naciones anfitrionas y utilizamos casos de estudio para analizar el éxito o el fracaso de inversiones anteriores. Esta sesión estaba destinada a ayudar a las empresas chinas para que se dieran cuenta que la inversión responsable no sólo ayuda a la nación anfitriona y  reduce el riesgo de inversión. Las ONG´s tienen un papel esencial a desempeñar en las inversiones en el extranjero.